Hijos fuertes

Si bien las relaciones prosperan cuando se genera un equilibrio entre el dar y tomar, está la excepción que se da en las relaciones entre padres/madres e hijos/as, ya que ésta no es una relación entre iguales.
“Los padres son los grandes y los hijos los pequeños” por lo tanto: “Los padres dan y los hijos toman”

Según propone Bert Hellinger y la filosofía para la vida que desarrolla, los hijos nunca podrán compensar a sus padres por lo mucho que recibieron con la vida. Únicamente pueden compensar hacia adelante pasando la vida a alguien más, aunque no solo a través de la paternidad/maternidad, ya que se puede dar vida en cada acto de amor.

La entrega de los padres tampoco es una entrega fácil, muchas veces las carencias que llevamos como consecuencia de nuestra historia pueden dificultar que como padres seamos capaces de VER a nuestros hijos y sin darnos cuenta, busquemos satisfacer a través de este vínculo aquello que nos faltó.

Son muy variadas las formas en que este tipo de desorden puede manifestarse en nuestro sistema (familia). Algunas veces como padres ausentes, o que se comportan como hijos, otras veces como padres excesivamente buenos que no permiten a los hijos crecer.

Los hijos se hacen fuertes cuando los padres tienen consciencia del lugar que les corresponde, están disponibles y logran retenerse para que el hijo pueda tomar.

 

Por Bárbara Lobos – Consteladora Certificada