Puntos ciegos

 

Nuestra estructura (física), historia de vida, las creencias, principios y especialmente los conflictos no resueltos que heredamos de nuestro sistema de origen (familia), pueden limitar y afectar nuestra capacidad de percibir, interpretar y significar la realidad. Nadie esta libre de sesgar su apreciación del mundo externo, todos sin excepción tenemos puntos ciegos.

En el caso de terapeutas y/facilitadores es indispensable tener consciencia de las propias limitaciones a la hora de trabajar al servicio de alguien más. Igualmente es muy importante desarrollar y trabajar esta consciencia para potenciar relaciones saludables, donde cada uno pueda asumir la responsabilidad de sus asuntos y hacerse cargo de lo que le corresponde, evitando asi proyectar o cargar a otros con aquello que no seamos capaces de reconocer en nosotros mismos.

 

Por Bárbara Lobos – Consteladora Certificada